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Trastornos del Espectro Autista

Los trastornos del espectro autista (TEA) son una discapacidad del desarrollo que puede provocar problemas sociales, comunicacionales y conductuales significativos.

Las destrezas de aprendizaje, pensamiento y resolución de problemas de las personas con TEA pueden variar; hay desde personas con muy altos niveles de capacidad a personas que tienen muchas dificultades. Algunas necesitan mucha ayuda en la vida diaria, mientras que otras necesitan menos. Actualmente, el diagnóstico de TEA incluye muchas afecciones que solían diagnosticarse por separado e incluyen el trastorno autista, el trastorno generalizado del desarrollo no especificado de otra manera (PDD-NOS, por sus siglas en inglés) y el síndrome de Asperger. Hoy en día, a todas estas afecciones se las denomina trastornos del espectro autista.


1-Signos y síntomas Los niños o adultos con TEA podrían presentar las siguientes características:

  • No señalar los objetos para demostrar su interés (por ejemplo, no señalar un avión que pasa volando).

  • No mirar los objetos cuando otra persona los señala.

  • Tener dificultad para relacionarse con los demás o no manifestar ningún interés por otras personas.

  • Evitar el contacto visual y querer estar solos.

  • Tener dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de sus propios sentimientos.

  • Preferir que no se los abrace, o abrazar a otras personas solo cuando ellos quieren.

  • Parecer no estar conscientes cuando otras personas les hablan pero responden a otros sonidos que les interesan.

  • Estar muy interesados en las personas pero no saber cómo hablar, jugar ni relacionarse con ellas.

  • Repetir o imitar palabras o frases que se les dicen, o bien, repetir palabras o frases en lugar del lenguaje normal.

  • Tener dificultades para expresar sus necesidades con palabras o movimientos habituales.

  • No jugar juegos de simulación (por ejemplo, no jugar a “darle de comer” a un muñeco).

  • Repetir acciones una y otra vez.

  • Tener dificultades para adaptarse cuando hay un cambio en la rutina.

  • Tener reacciones poco habituales al olor, el gusto, el aspecto, el tacto o el sonido de las cosas.

  • Perder las destrezas que antes tenían (por ejemplo, dejar de decir palabras que antes usaban).


Los TEA comienzan antes de los 3 años de edad y duran toda la vida de la persona; no obstante, los síntomas pueden mejorar con el tiempo.


Los TEA muestran problemas en 3 grandes áres:

1-Destrezas sociales

2-Comunicación

3-Intereses y comportamientos poco habituales



Algunos ejemplos de los problemas en destrezas sociales relacionados con los TEA son los siguientes:

  • No responder al nombre para cuando tienen 12 meses de edad.

  • Evitar el contacto visual.

  • Preferir jugar solos.

  • No compartir intereses con los demás.

  • Interactuar únicamente para llegar a una meta deseada.

  • Tener expresiones faciales apáticas o inadecuadas.

  • No comprender los límites del espacio personal.

  • Evitar o resistirse al contacto físico.

  • No sentir el consuelo que le dan otras personas cuando están angustiados.

  • Tener dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de sus propios sentimientos.

Algunos ejemplos de problemas de comunicación relacionados con los TEA incluyen los siguientes:

  • Presentar un retraso en las destrezas del habla y el lenguaje.

  • Repetir palabras o frases una y otra vez (ecolalia).

  • Invertir los pronombres (p. ej., decir “tú” en lugar de “yo”).

  • Dar respuestas no relacionadas con las preguntas que se les hace.

  • No señalar ni responder cuando se les señala algo.

  • Usar pocos o ningún gesto (p. ej., no decir adiós con la mano).

  • Hablar con un tono monótono, robótico o cantado.

  • No jugar juegos de simulación (p. ej., no jugar “a darle de comer” al muñeco).

  • No comprender los chistes, el sarcasmo ni las bromas.

Algunos ejemplos de intereses y comportamientos poco habituales relacionados con los TEA incluyen los siguientes:

  • Formar líneas con juguetes u otros objetos.

  • Jugar con los juguetes de la misma forma todas las veces.

  • Mostrar interés por partes de los objetos (p. ej., las ruedas).

  • Ser muy organizados.

  • Irritarse con los cambios pequeños.

  • Tener intereses obsesivos.

  • Tener que seguir determinadas rutinas.

  • Aletear las manos, mecerse o girar en círculos.

2-Evaluación y diagnóstico

El diagnóstico de los trastornos del espectro autista (TEA) pueden ser difíciles de hacer debido a que no existen pruebas médicas, como un análisis de sangre ó del cerebro, para diagnosticarlos. Para hacer un diagnóstico, los médicos observan el comportamiento y el desarrollo del niño. A veces, los TEA pueden detectarse a los 18 meses de edad o incluso antes. A los 2 años de edad, el diagnóstico realizado por un profesional con experiencia puede considerarse muy confiable. Sin embargo, muchos niños no reciben un diagnóstico final hasta que son mucho más grandes. Este retraso significa que es posible que hay niños con TEA podrían no obtener la ayuda que necesitan


3-Tratamiento

No existen medicamentos que puedan curar los TEA ni tratar los síntomas principales. Sin embargo, existen medicamentos que pueden ayudar a algunas personas que tienen un TEA a funcionar mejor. Por ejemplo, algunos medicamentos pueden ayudar a controlar los altos niveles de energía, la incapacidad para concentrarse, la depresión o las convulsiones.



Servicios de intervención temprana

Las investigaciones muestran que el tratamiento de intervención temprana pueden mejorar considerablemente el desarrollo del niño. Los servicios de intervención temprana ayudan a los niños desde que nacen hasta los 3 años (36 meses) de edad a aprender destrezas importantes. Los servicios incluyen terapia para ayudar al niño a hablar, caminar e interactuar con los demás. Por lo tanto, es importante